Cuentos
Enterradores
por Nicolás Ramajo Chiacchio
No se ve nada. La noche está tranquila y en silencio. Sólo el aire fresco de la mañana roza las paredes y los escombros, holla los agujeros de bomba.
En la puerta, Abu Sufían escucha el amanecer. Percibe el deambular de un perro. Sabe que los perros ya no reconocen el peligro cuando se acerca. Pero sale igualmente. Si bombardean no moriré solo, se dice.
Se sube a la camioneta y la pone en marcha. Mientras arranca ve a su vecina, que lo mira por la ventana.
Las bombas han caído hacia el este, no muy lejos. Toma una avenida sin nombre, recorre un trecho, no tarda en encontrar el primer cuerpo. Más allá, el boquete que dejó una bomba. Carga el cuerpo en la caja, no muy lejos vislumbra otro.
Clarea. Vuelve a casa. A veces es así, sólo dos cadáveres tras una noche de bombardeos.
Estaciona frente a la puerta. Hamza, su hermano, sale y le ayuda a llevar los cuerpos dentro. Allí, otros tantos se acumulan, amortajados con sábanas.
Abu Sufían vuelve a salir, por si encuentra alguien más. Hamza se queda lavando los cuerpos sobre la mesa del salón, hecha con una puerta sostenida por cajas de refrescos, mientras los niños se levantan.
Van a tener que enterrar los cadáveres en el cementerio del barrio vecino. El avance del ejército ha dejado el cementerio de Baba Amr en la parte tomada.
El agujero se ahonda. Ciegas columnas de polvo se levantan en la noche seca. Los dos hermanos cavan.
Nicolás Ramajo Chiacchio nació en Mar del Plata, Bs.As., Argentina, en 1983. Estudió Escritura Creativa de la Universidad Complutense de Madrid. A los 20 años migró a Mallorca, trabajó, y viajó por el mundo. Editó “Poemario” (2011), dos tiradas de cinco ejemplares artesanales. Y “Decir” (2013), tirada artesanal de seis ejemplares.