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  • Foto del escritorLa Pecera Blog

VIÑETAS DE UN MUNDO ROTO

Actualizado: 27 abr 2023

Entrevista al director Pablo Elías Quiroga*



"Un ingenioso homenaje al mundo de las historietas" ha dicho Mónica Berman, en La Nación. Y reflexiona motivada en la obra: "Viñetas de un mundo roto no construye la jerarquía esperable: ¿no suponemos que el que tiene poder es el que dibuja y el que escribe?, ¿aquél que diseña los destinos de sus personajes? Pero no. Una de las protagonistas de la historieta ocupa también el rol de la narradora y juzga con benevolencia el lugar de los creadores. El mundo que recrean es oscuro, decadente, cruel. Los jóvenes ponen su expectativa, su esperanza en terminar la historieta y ganar un concurso que tal vez les cambie la vida."


Se trata una obra de teatro que propone indagar estéticamente los cruces entre lo teatral y la historieta, así como aborda temáticamente la pobreza y las condiciones materiales que condicionan la creación.

Los personajes protagónicos de la obra, Tolosa y Marcos, ante una vida que no los satisface, solo desean vivir en la ficción. Hacen todo para evadirse de la cotidiano. Y mientras escriben su historieta dejan en evidencia que entre el escritorio en el que el artista crea y el mundo paralelo que es creado, existen lazos tan indivisibles como difusos y extraños.



En Buenos Aires
Funciones: Sábados 17.30 hs
Lugar: Espacio Callejón. Humahuaca 3759, CABA


 FICHA TÉCNICA
Con  Nicolás Balcone, Sofía Brihet, Gaston Frías, Marta Haller, Alejandro Hener, Manuela Méndez, Ricardo Tamburrano
Vestuario: Daira Gentile
Escenografía: Florencia M. Tutusaus
Iluminación: Del Bianco Estudio
Ilustraciones: Pablo D´alio
Video: PuntoJpgFilms
Música: Juan Zoglio
Movimiento: Diego Rosental
Diseño gráfico: Victoria Vazquez Boero
Asistencia de dirección: Marina Galimidi
Producción: Carola Parra
Dirección: Pablo Elías Quiroga


¿Por qué elegiste el mundo de la historieta?


Creo que más que elegirlo lo descubrí en el proceso de escritura junto con los personajes. Tenía por un lado unas escenas en las que ellos escribían en una pensión y por otro otro lado, escenas en donde aparecían personajes de un mundo muy ficcional que contrastaba. En un momento hasta me parecían escenas de obras diferentes, pero había algo que me atraía en juntarlas. Pensé que al ser dos uno podía escribir y el otro dibujar y me fue apareciendo la idea de que lo que hacían justamente era una historieta. Una vez que empezó a derivar para ese lado el material se me ordenó muchísimo. Algo de estos dos tipos encerrados entre dibujos y escritos, en una situación marginal, me armó un mundo más particular, y que refería incluso a una actividad menos valorada en el mundo del arte literario, que le venía bien a la obra y que la hacía avanzar.


¿Desde cuándo te interesa este mundo de la historieta?


El mundo de la historieta me interesa desde chico. Siempre fui lector de historietas aunque nunca tuve un fanatismo especial ni me considero un erudito en el tema. Entré a la lectura de historietas por historietas populares como Condorito, Paturuzú, Asterix o Mafalda, los cuales me encantaban de chico, luego fui viendo que había un mundo más amplio y transitándolo. Libros como Maus, el eternauta o Sand Man, por decir algunos, fueron importantes para encontrar otro nivel de profundidad a esas lecturas.


¿La relación de los dos personajes y el ambiente sociocultural juegan con cierta abstracción y lógica simbólica?


Existe una relación concreta en la obra entre los personajes, agobiados por una deuda con la pensión en la que viven, su necesidad de vender linternas para sobrevivir de un modo básico y su imposibilidad de avanzar con la historieta que escriben debido a estos condicionamientos. Ese planteo la obra lo trabaja de modo concreto, pero con permisos muy lúdicos inmersos en una narrativa que mezcla los mundos reales y ficcionales. La abstracción y la lógica simbólica se hace presente quizás en el modo de narrar y en ciertas preguntas que sobrevuelan la obra con respecto al lugar del artista, la posibilidad o imposibilidad de hacer arte sin medios económicos y como la opresión económica y social repercute permanentemente en el deseo, en muchos casos hasta destrozarlo.


En un momento de la obra ellos están escribiendo e ingresa la dueña de la pensión, quien fue acosada después de cantar tangos en un bar. La interrupción y la dinámica de la obra hacen que los personajes de la historieta, que estaban en plena acción queden escuchando lo que narra la dueña de la pensión e insistan a los autores para que no se distraigan con el peso de la realidad. Uno de los autores empatiza con la dueña de la pensión,mientras que otro trata de hacerlo pero se distrae permanentemente con los personajes de la historieta. Ante lo contundente del relato de la señora, hasta los propios personajes de la historieta le piden a su autor que tenga más empatía. Me parece que en esa escena se problematiza un poco el lugar de estos dos artistas independientes, cuál es su relación con la sociedad, con lo terrible que pasa en el mundo en que vivimos, cuál es su nivel de acción, y si es el arte para ellos una respuesta concreta a la injusticia y al dolor que les genera o simplemente una respuesta egocéntrica y narcisista a temores personales. Claro que la obra no habla de todo esto en general, sino que lo hace, sin dar una respuesta, en relación a los personajes ficcionales y a una historia en particular. Me cuesta, y en algún punto no es muy de mi interés,  dar una respuesta  unificadora del lugar del artista en el mundo sencillamente porque no sé qué contestar. Vivimos en una época demasiado múltiple, donde pareciera ser que los únicos patrones que existen son la velocidad, la multiplicidad y el capitalismo, y que en ese menjunje, hacemos todos lo que podemos, relacionándonos con esos patrones abrazándolos o contraponiéndolos como mejor nos sale.


¿Qué clase de relación hay entre los personajes?


Los dos personajes principales son dos amigos que escriben una historieta y a los que las circunstancias los llevan a por momentos tener una relación hostil, tanto entre ellos como con la dueña de la pensión, e incluso con los personajes que escriben en la historieta, con quienes interactúan permanentemente. No obstante, la relación siempre está guiada por el amor. Todos parecerían por momentos tratarse mal, pero todos saben que se tienen los unos y los otros y no se trata la obra de una ruptura entre ellos, sino del deseo de una ruptura con el mundo que los oprime.


¿Hay una contraposición entre la creación y la realidad?


Hay una contraposición, a la vez que una yuxtaposición. La obra viaja todo el tiempo en esos dos carriles. Por un lado los personajes usan la tarea creativa para evadirse de la realidad, la cual les parece hostil y opresiva. Pero por el otro usan la realidad para nutrir su creación y a su creación como motor anímico para poder sobrevivir en la realidad.


¿Con qué corriente del teatro te gusta que te identifiquen? ¿Por qué?


La verdad es que no lo sé. Hay mucha gente que admiro y muy buen teatro que va en diferentes direcciones. La verdad es que siempre y cuando me interese o me llegue de algún modo, yo siempre estoy contento de verlo y de disfrutarlo. En mis obras trato de ser auténtico y de poder ir a fondo con lo que esa obra que estoy trabajando creo que necesita, siempre atento a la escucha de lo que pueda suceder en los ensayos y entre las personas que estamos trabajando.

¿Qué obras y autores te marcaron a fuego, aunque no sean para tu escritura modelos o guías?


Cuando comencé a ver teatro me marcaron mucho autores y directores como Daniel Veronese, Javier Daulte, Mauricio Kartun, Rubén Szuchmacher, Ricardo Bartís, Alejandro Tantanián, Federico León. Algunos de ellos tuve la suerte de tenerlos como maestros y han sido de gran influencia para mí. Son todos dramaturgos y directores vigentes que siguen produciendo a gran nivel y creo yo que son de mucha influencia para la generación a la que pertenezco. Con Rubén Szuchmacher tuve el placer de trabajar y he aprendido mucho de él. Más adelante admiré mucho a Rafel Spregeldburg, que me parece una referencia ineludible como dramaturgo y director. También aprendí muchísimo con Mariana chaud, que me parece una excelente dramaturga y directora y quien arma grupos y obras particularmente bellas y de mucho vuelo. Me gustan también las obras de Lola Arias, me han gustado muchísimos trabajos del grupo Krapp. Admiro mucho como directores a Matías Feldman, a Gustavo Tarrío, a Mariana chaud, Me gustó mucho la última obra de Santiago Gobernori, ¨Conurbano cotidiano¨, también ¨Las cautivas¨ de Mariano Tenconi Blanco, ¨Imprenteros¨ de Lorena Vega, ¨De la mejor manera¨ De Jorge Eiro. Todas obras que son bastante disímiles entre si.


¿Cuáles son tus últimas lecturas, dejando fuera las de teatro?


Leo sobre todo narrativa. Novelas, crónicas y cuentos. Me han gustado mucho ¨La luz mala dentro de mi¨ de Mariano Quiroz, ¨Seres queridos¨ de Vera Giaconi, ¨Opus gelber¨ de Leila Guerriero, entre otras lecturas.


 

*Pablo Quiroga (1981) Dramaturgo, director y productor. Dirigió y escribió obras entre las cuales destacan, ¨Algo que no era¨ de autoría propia, ¨Cabezas contra el asfalto¨, versión del cuento homónimo de Samanta Schweblin, ¨Palmeras¨, de creación colectiva y ¨Viñetas de un mundo roto¨ de autoría propia.

He trabajado como asistente y/o productor de reconocidos directores/as como Rubén Szuchmacher, Mariana chaud, Rafael Spregeldburg, Mariano Tenconi y Alfredo Arias. Su obra ¨Algo que no era¨ ha realizado funciones en el ¨GAM¨ Santiago de Chile, en el festival ¨Zicosur¨ en Antofagasta , en el FIBA 2015, Buenos Aires, en la Bienal de Arte joven Buenos Aires 2013. Su obra ¨Palmeras¨ ha obtenido la mención Premio Artei 2016 y ha participado del FIBA 2017 como work in progress.

Fue productor en el canal Pakapaka, realizando festivales masivos a lo largo de todo el país, trabajó en el complejo teatral de Buenos Aires como productor artístico. Actualmente es coordinador de producción artística del Teatro Coliseo.

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